viernes, 16 de noviembre de 2012

Esta mañana, un amigo tatengue que vive en el sur me manda un correo diciéndome lo siguiente: "Estoy preocupado porque mi hija me dijo ayer: Papi, yo soy de Unión, pero quiero ser de alguno que gane algo alguna vez.Me duele ¿Qué le contesto?".

Al toque, le mandé esta respuesta que quiero compartir con los amigos de la webtatengue, por si a alguno le pasó algo parecido.

Podés contestarle desde la razón...

Explicále que el fútbol es una metáfora de la vida. Que uno no es hincha de un equipo o un club porque gane y deja de serlo porque pierda. Que en el fútbol, como en la vida, hay éxitos y fracasos. Hay alegrías y frustraciones. Y que todo cuesta, a veces, sangre, sudor y lágrimas. Pero al final, la recompensa siempre llega.
También podés citarle al Gral San Martín cuando dijo: "Más grande que aquel que nunca se cayó, es aquel que se cayó cien veces y las cien veces fue capaz de levantarse"

Podés contestarle desde la historia:
Podés contarle que Unión es mucho más que un equipo de fútbol. Unión es un club que tiene una escuela, que tiene un montón de deportes. En Unión el maestro Amílcar Brusa preparó al campeón del mundo Carlos Monzón. En Unión Pumpido hizo sus primeras atajadas y Luque sus primeros goles y los dos fueron campeones del mundo. En Unión un pibito que tiraba al aro (Carlos Delfino) hoy es figura de la NBA y de la selección argentina de básquetbol. En Unión actuaron D'Arienzo, Troilo, Serrat, la Negra Sosa, Charly García, Sandro, Rafaela Carrá, Cerati, Los Redondos, etc. etc. Unión es más que un equipo de fútbol y es más que un club: UNIÓN ES UN SENTIMIENTO, UNA PASIÓN Y UNA FORMA DE VIDA. Eso nos diferencia de los pescados.

Pero por sobre todo, desde los más profundo de mi corazón, contále de parte mía una anécdota: cuando estábamos en la B (mi hijo era chiquito) fuimos un día a la cancha. Unión estaba en mitad de tabla, un partido pedorro, ni ahí de ascender. Se larga una tormenta terrible, diluvio total, un rayo tremendo explota y se apaga la luz. Lo lógico era irse. Nadie se movió. En la oscuridad total, miles de celulares y encendedores iluminaron el cielo y empapados bajo la lluvia y la descarga eléctrica gritamos nuestro amor eterno por Unión. Entonces mi hijo me miró y sus ojos de asombro me lo dijeron todo. Te juro que ese momento fue uno de los más felices de mi vida. Y, como al viejo Casale (el personaje del cuento de Fontanarrosa que se muere en el preciso instante del gol de Aldo Pedro Poy en la final ganada a Ñuls) si un rayo o un infarto que mataba en ese momento, yo igual era el tipo más feliz del mundo.

En síntesis: decíle que un resultado o una letra (A o B) no cambian ni modifican una pasión, un sentimiento. Explicále que yo (y ella, y vos)... "yo soy tatengue porque el mundo me hizo así, no puedo cambiar"...

VAMOS TATE QUERIDO CARAJO !!! Lo del domingo es muy difícil, casi una utopía, pero vamos por el milagro. Ya estamos en la  B pero no importa. Como en el Mito de Sísifo de Albert Camus, vamos a empujar la piedra hasta la cima de la montaña, aunque estemos condenados una y mil veces a que la piedra caiga rodando y tengamos que repetir el esfuerzo eternamente. Al fin de cuentas, de eso se trata la vida, o no?

Abrazo.

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