sábado, 2 de abril de 2011

Patricio nos acerca esta lindo escrito hecho por su padre. Gracias! :
 
 
UNA NOCHE CALUROSA DE OTOÑO

Fue una calurosa noche de otoño, cuando los sentimientos se mezclaban entre la ansiedad, la expectativa, las ganas y porque no decirlo también un poquito de miedo

Fue una calurosa noche de otoño en la que nos pegamos al televisor, cumpliendo todos con nuestros rituales; ubicación en la mesa, la bebida de siempre, la camiseta, fumar sólo en el entretiempo, etc.

Fue una calurosa noche de otoño, en la que sentimos cosas que hacia rato (por suerte), que no sentíamos y esto es nervios por un partido que se nos hacía duro, difícil y en donde sobrevolaba por la cabeza de todos la innombrable idea de que podíamos llegar a perder después de tanta racha positiva

Fue una calurosa noche de otoño, en la que respiramos, gritamos y nos desahogamos con el pitazo final, y entonces volvimos a nuestra hermosa realidad, la que no queremos abandonar, la que disfrutamos a cada momento y que nos da fuerza para seguir, porque íntimamente sabemos que se puede aunque no nos animemos a hablar en vos alta

Fue una calurosa noche de otoño, la que le dio cierre a un día especial, lleno de ganas que llegue la noche, pero a su vez queriendo que pase de largo, que tengamos el resultado puesto y a otra cosa, donde nos cruzamos con miradas cómplices y gestos que valían mas de mil palabras, unidos todos por la misma sensación

Y fue al final, una calurosa noche de otoño, en la que nos abrazamos todos, los lindos, los feos, los más recatados y los que no podían parar su entusiasmo demostrándolo a grito pelado, los que tocaban bocina de sus autos de alto confort, junto al humilde Falcon del año 73, que también tocaba su ronca bocina y con el puño en alto parecía querer abrazar a los que rodeaban el frente del club.
Porque no había lindos, no había feos, no había ricos, no había pobres, simplemente estaba la familia Unionista, hermanada, feliz y esperando a los gladiadores que cuando llegaron, nos demostraron que son como nosotros,  que son hinchas hinchas, que están felices y que solo una cosa los separa del común de los seguidores rojiblancos y es el hecho de transmitirnos a travéz de la ventanilla del colectivo que avanzaba un poco menos que a paso de hombre, la alegría desplegada pero a su vez el aplomo necesario para seguir avanzando con el potencial que tiene este equipo: SU HUMILDAD

Ellos nos ponen los pies sobre la tierra, pero me pregunto: queremos tenerlos en la tierra?, o simplemente seguir soñando, disfrutando, emocionándonos, mientras miramos la tabla y el almanaque para ir tachando los dias que faltan, cual condenado que quiere salir de ésta prisión, de la cual una cosa estoy seguro: NOSOTROS 15 AÑOS NO ESTAREMOS PRESOS, recuperaremos la libertad merecida antes de tiempo. Ya cumplimos nuestra purga y ahora es el tiempo de que se haga justicia
                                                                                                                                          G. Blondeau

Gracias Unión

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